Noches de San Juan
Como tú y yo sabemos, las clases terminaron hace ya varios días. Resultado: calles llenas de alegría, con gente por sus aceras, aulas vacías, alumnos felices, días de paz y gloría y... días de LIMPIEZA. Limpieza de todos esos libros, apuntes, hojas, cuadernos, fotocopias y demás que aún siguen ocupando sitio en nuestros cajones. Cosas que, cuando son sacadas al exterior, descubrimos que, aparte de que nuestros cajones albergan una cantidad de materia INFINITA, que tenemos más de media selva del Amazonas amontonada en la cama de nuestro cuarto con Paula Vázquez incluída.
Entonces, al ver tal cantidad de MIERDA (porque otro nombre no tiene), decidimos dejar la limpieza para otro día, por lo que volvemos a introducir poco a poco todas las cosas en su lugar de procedencia. Sin embargo..., cuando aún no hemos guardado ni la cuarta parte de todo lo que habíamos sacado, vemos que en el cajón ya no caben más cosas, que ya se ha "petao". A esto se le conoce como "la ley del embudo invertido": las cosas podrán salir, pero una vez fuera, jamás podrán volver a entrar. Bueno, el caso es que empezamos a pensar qué podemos hacer porque, como es evidente, no vamos a organizarlo ni a revisarlo, bastante esfuerzo hemos realizado ya sacando los 12 kilos de papel.
Tras mucho pensar llegamos a la solución: cogemos una de estas bolsas enormes de "El Corte Inglés" y la empezamos a llenar con lo que ya no entraba en el cajón, por lo que ahora tendremos 1 cajón "petado" y una bolsa LLENA de material reciclable que deambula por la casa. Pues bien, días más tarde llegará el momento...: el momento en el que esa madre a la que tanto quieres te dirá que en la casa no hay sitio para los 2: o se va la bolsa, O TE VAS TÚ. Es en ese instante cuando te pones a mirar qué vas a tirar: una montaña de unos 25 centímetros de altura (sin contar los libros). ¿Qué hacer? Fácil solución: depositarlo en un contenedor de reciclaje de papel. ¿Todo? ¡NO! Porque con lo que más rabia nos dé crearemos nuestra particular "Noche de San Juan", sutituyendo la leña por "Funciones logarítmicas", "La época de Carlos II" o "The Present Perfect", a gusto del consumidor y sin que salga al diablo cuando miremos al espejo. Y ahí amigos, en ese instante, es cuando más feliz se es, olvidando todo lo aprendido durante un año y sabiendo que aún quedan 2 meses y medio de descanso..., aunque ese cajón, inexplicablemente, aún esté lleno...;D
Entonces, al ver tal cantidad de MIERDA (porque otro nombre no tiene), decidimos dejar la limpieza para otro día, por lo que volvemos a introducir poco a poco todas las cosas en su lugar de procedencia. Sin embargo..., cuando aún no hemos guardado ni la cuarta parte de todo lo que habíamos sacado, vemos que en el cajón ya no caben más cosas, que ya se ha "petao". A esto se le conoce como "la ley del embudo invertido": las cosas podrán salir, pero una vez fuera, jamás podrán volver a entrar. Bueno, el caso es que empezamos a pensar qué podemos hacer porque, como es evidente, no vamos a organizarlo ni a revisarlo, bastante esfuerzo hemos realizado ya sacando los 12 kilos de papel.
Tras mucho pensar llegamos a la solución: cogemos una de estas bolsas enormes de "El Corte Inglés" y la empezamos a llenar con lo que ya no entraba en el cajón, por lo que ahora tendremos 1 cajón "petado" y una bolsa LLENA de material reciclable que deambula por la casa. Pues bien, días más tarde llegará el momento...: el momento en el que esa madre a la que tanto quieres te dirá que en la casa no hay sitio para los 2: o se va la bolsa, O TE VAS TÚ. Es en ese instante cuando te pones a mirar qué vas a tirar: una montaña de unos 25 centímetros de altura (sin contar los libros). ¿Qué hacer? Fácil solución: depositarlo en un contenedor de reciclaje de papel. ¿Todo? ¡NO! Porque con lo que más rabia nos dé crearemos nuestra particular "Noche de San Juan", sutituyendo la leña por "Funciones logarítmicas", "La época de Carlos II" o "The Present Perfect", a gusto del consumidor y sin que salga al diablo cuando miremos al espejo. Y ahí amigos, en ese instante, es cuando más feliz se es, olvidando todo lo aprendido durante un año y sabiendo que aún quedan 2 meses y medio de descanso..., aunque ese cajón, inexplicablemente, aún esté lleno...;D
6 comentarios
A Dios le pitan los oídos... -
Álex -
sus -
a greenpeace sim -
Isma -
DIOS -